jueves, 11 de septiembre de 2014

Sólo una amiga

Sólo una amiga sabe lo que es ser mujer, al mismo tiempo que tú.
Ella tiene su historia. Sus tacones se han gastado en otros suelos,
pero entiende lo que es caminar con ellos intentando no torcerse los pies.

Sólo una amiga sostiene tu mano, te besa y te abraza,
sin ser celosa, sin ser tímida, sin pensar demasiado en lo que hace;
sabiendo que después habrá de entregarte a alguien más.

Sólo una amiga te cuida y te quiere como una madre,
para luego pervertirte hasta la misma perdición
Y después felicitarte por salir airosa y renovada.

Sólo una amiga sabe lo que se siente cuando tu cuerpo se desangra,
Cuando el vientre engendra y los hijos pesan,
o cuando el corazón se parte y la soledad te vacía el alma.

Sólo una amiga te acompaña silenciosamente y recoge los pedazos.
Sólo ella conoce como iban, cual era la imagen que el puzzle debía ensamblar,
y sólo ella guardaría la pieza faltante hasta que apareciera el indicado.

Sólo una amiga tiene la capacidad de enseñarte sobre la locura
Demostrarte que se puede entrar en cólera de un segundo a otro
y hacer las pases con miradas y silencios.

Sólo una amiga es la compañera perfecta para una noche de desenfreno,
para una mañana de resaca y recomponerse, de volver a empezar
y parecer digna frente al mundo una vez más.

Sólo una amiga sabe que aunque el tiempo falte y la distancia crezca
la presencia no disminuye por cosas tan triviales.
Que las voces del alma se escuchan en todas partes cuando piden a gritos que alguien más las oiga.

Sólo una amiga sabe de cuerpos imperfectos que necesitan con desesperación
salir de cánones ficticios y ver con verdadera aceptación
la belleza de cada curva, planicie, mancha, pliegue y marca.

Sólo una amiga entiende por qué los ojos se drenan,
por qué el abdomen se estremece, las cabezas duelen,
los pechos se tensan y las entrepiernas se humedecen...

Sólo una amiga comprende que hay cosas que jamás se entienden,
que hay cosas sin explicación, pero que se hacen y se sienten.
Sólo ella podría entender ese balbuceo de palabras impronunciables.

Sólo una amiga habla ese idioma de rostros entre la gente,
de ropas y maquillaje, de máscaras y momentos fugaces.
De serlo todo y a la vez seguir siendo sólo una amiga...



Atte
Mei





2 comentarios:

  1. Qué mejor que una amiga que te acompañe en los momentos de locura sin preguntar, sólo estar ahí <3 Linda

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